Steve Jobs: directivo “sincericida”

Actualmente podemos ver en las pantallas una nueva versión cinematográfica
sobre Steve Jobs, cofundador en 1976 y Presidente Ejecutivo de Apple Inc., así
como máximo accionista individual de The Walt Disney Company. Un personaje que
ha revolucionado la informática y que ha dejado una compañía que, todavía, es líder
en su sector.

Se trata de una película biográfica que nos muestra un doble
perfil de Steve Jobs: un emprendedor visionario de éxito y un directivo que
daña a las personas (como se comenta en la película era “un tipo ofensivo e
hiriente”). Es una película dinámica, que resulta interesante y clarificadora
sobre este personaje tan interesante.

Desde el punto de vista del management, podemos decir que
Steve Jobs no era un líder, ya que, aunque mostraba muchos rasgos de este tipo
de perfil (voluntad, emprendimiento, inteligencia, visión empresarial…), no
supo involucrar positivamente a su equipo; de hecho, hubo muchos profesionales
con gran potencial que, por no soportarle, se marcharon a la competencia. (Por
ejemplo, el Presidente le dijo, tras el fracaso del lanzamiento del Mac, “amargas
a nuestra gente y los mejores ingenieros se marchan a la competencia”).

Como podemos ver en esta interesante película, Steve Jobs es
el ejemplo de un directivo que adolece de competencias interpersonales. Él pensaba
que decir la verdad era lo adecuado, pero realmente era un “sincericida”:  decía lo que pensaba de y a las personas sin importarle
como pudieran sentirse; pero él se quedaba tranquilo porque había dicho lo que
pensaba, subido en la soberbia de pensar que siempre tenia razón.

A lo largo de la película tenemos muchísimos ejemplos de su
falta de habilidades intrapersonales: unos dirían falta de “inteligencia emocional”
y otros dirían “falta de misericordia”. Yo digo que le faltaban ambas cosas. A
un colega de toda la vida que había contribuido a parte del éxito del proyecto
le dijo “te perdono de por vida”. ¿Cómo se pude ser tan soberbio?

Un auténtico líder tiene que, además de mostrar competencias
de negocio, saber gestionar a las personas y relacionarse emocionalmente. No puede
hacer de la ironía un arma para herir a las personas. No puede tener como norma
personalizar y humillar a las personas.

Solo las personas que osaron plantarle cara, como su directora
de Comunicación, fueron capaces de sobrevivir a esta personalidad y lo hicieron
albergando gran odio hacia este personaje.
Antonio Peñalver

1 comentario en “Steve Jobs: directivo “sincericida””

  1. Pese a no haber visto la película, creo que es innegable que Steve Jobs cofundador de Apple es una figura contradictoria, ya que pese a ser un mal líder, logró unos resultados espectaculares. Esto me lleva a plantearme cómo Steve Jobs siendo un jefe dictatorial y tóxico, ya que no mostraba empatía con las personas que conforman su equipo, consiguió obtener semejantes resultados.

    Una posible respuesta a la cuestión planteada es que está clase de directivos ¨sincericidas¨ generan una división de sentimientos en el personal, dividiendo a estos en dos grupos: el primer grupo está compuesto por los que no pueden aguantarlo; en estos el estilo directivo empleado les causa una gran desmotivación por lo que acaban abandonando la empresa pese a ser grandes profesionales; por el otro lado están el tipo de empleados que permanecen en la empresa pese al estilo directivo; un exempleado de Apple afirmó que es tal la responsabilidad que Steve Jobs les confería, que el hecho de decepcionarlo les daba mucho miedo, por lo que no decepcionarlo era ese elemento motivador que les permitía dar lo máximo de sí mismos logrando de este modo que la empresa creciera de una forma impresionante.

    Una vez dicho esto, para los empleados que se mantuvieron en la empresa Steve Jobs era un líder ya que se vieron motivados por su figura y visión, pero para los que no pudieron soportarlo claramente no fue un buen líder. Entonces ¿Realmente fue o no un buen líder?

    Esta clase de líderes se mueven en una estrecha línea en la que si la rebasan incurren en faltas muy graves a la dignidad del trabajador que al final pueden perjudicar a la empresa enormemente. Estos perjuicios principalmente son dos: la fuga de capital humano con potencial (ingenieros), y el deterioro de las relaciones de trabajo que se generan en la empresa como es el caso mencionado en el blog de la directora de comunicación de Apple. Finalmente, a modo de conclusión considero que una persona incapaz de establecer relaciones de confianza entre su equipo ni con el resto de los directivos dificulta la evolución de la compañía y por lo tanto no se puede considerar como un líder, hubiera sido interesante ver la evolución de Apple con un directivo distinto.

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