Emilio Botín, el mejor ejemplo de un Líder Transformador.

La muerte inesperada de Emilio Botín ha afectado a
la gran mayoría de los ciudadanos españoles. Sin

duda, era el estereotipo del
empresario español emprendedor y de éxito.


He tenido la gran suerte de trabajar en el Santander
mas de diez años y de conocer personalmente a su Presidente, Emilio Botín.
Participé con él en los primeros consejos de Universia, por cuatro años fui el
Director General del CIFF (Centro Internacional de Formacion Financiera) mientras
él era el Co-Presidente, lancé y dirigí el Máster en Banca y Mercados Financieros
en el Centro de Formación en Santander y fui, durante todo el tiempo, el
Director Corporativo de Formación y Desarrollo hasta constituir y dirigir la
Universidad Corporativa de la entidad.

Tuve la oportunidad de participar con Emilio Botín
en comidas y cenas restringidas con rectores universitarios, de acudir a
algunas de sus famosas reuniones de los domingos por la tarde y de participar
en diversos Consejos de Administración a primerísima hora de los lunes por la
mañana. Incluso, tuve la oportunidad de desarrollar un pionero programa de
formación para todos los miembros del Consejo de Administración de la institución,
en el que nunca falto el Presidente.

En base a todo ello, mi opinión personal sobre
Emilio Botín es la de que hemos perdido
al mejor líder transformador de este País.

Entiendo por líder transformador aquel ejecutivo que
consigue resultados retadores a lo largo del tiempo, consiguiendo que la
organización se adapte para seguir creciendo e involucrando activamente y en
positivo a sus colaboradores. En este sentido, Emilio Botín ha logrado
transformar y hacer crecer su entidad a lo largo del tiempo con éxito, siendo
ejemplo constante para sus empleados. Por ejemplo, he sido testigo y parte
activa de cómo el Santander lideraba el mercado financiero lanzando
paulatinamente productos innovadores y competitivos, de la adquisición de
Banesto,  de su “fusión” con el Banco
Central Hispano­-Americano, de su expansión en América Latina y Europa, así
como de la transformación técnico-operativa del Grupo.

Santander ha adquirido un gran dinamismo, basado en
la visión y empuje de su Presidente. Todos veíamos en él el motor de la
institución, sabíamos que estábamos en buenas manos y sentíamos orgullo de
pertenencia.

Son muchos los aspectos para considerar a Emilio
Botín un Líder Transformador. En él, podemos ver todos los rasgos del líder de
nivel 5 que Jim Collins identificó en  su
estudio  de empresas multinacionales que
han ido de una situación buena a mejor en el mercado. Veamos:

·       En primer lugar, quiero destacar la humildad de Emilio Botín. Él era
consciente de que no era experto en todo. Por ello, supo rodearse de buenos
colaboradores, poniéndolos allá donde tenían mejor experiencia. Era habitual
que preguntase a sus directivos sobre los diversos temas que gestionaba, aunque
luego tomase sus propias decisiones.

Personalmente, tuve la oportunidad
de recibir llamadas del Presidente y acudir a reuniones con él para, por
ejemplo, conocer mi opinión sobre la viabilidad de constituir el Centro
Intencional de Formación Financiera con la Universidad de Alcalá, sobre cómo
podríamos apoyar a la Fundación de Estudios Financieros o sobre cuál era el
alcance que deberíamos dar a la nueva Universidad Corporativa del Grupo.

·        Otros aspectos relevantes de Emilio
Botín como líder eran su visión
estratégica,
la búsqueda de
resultados sostenibles
y su voluntad
profesional
. Tenía una gran visión del negocio y de cómo afrontar los
diferentes retos que la institución debía asumir para ser competitiva y seguir
creciendo. Además, sabía transmitir esa visión y los objetivos, -siempre
retadores-, a los empleados, a través de los directivos de la organización. Y
todo ello con una decidida voluntad de alcanzarlos para seguir creciendo.

Las Convenciones de
Directivos eran el mejor ejemplo de cómo el Presidente transmitía esa visión
estratégica del negocio, de cómo se buscaban resultados retadores y sostenibles
y de que tenia la firme determinación para conseguirlos, provocando en sus colaboradores
clave el compromiso para alcanzarlos.

·       Bajo mi punto de vista, en Emilio Botín
también destacaba el adecuado trato con
las personas
, no importándole su procedencia. Su trato siempre era
exquisito con clientes, empleados, analistas… o, por ejemplo, con los jóvenes
universitarios, -a los que tanto les gustaba mimar, por que serán los futuros
líderes del país y porque no decirlo, los mejores clientes del banco-. En todo
momento sabía mantener las formas, hasta cuando le corregían o le llevaban la
contraria.
Por otro lado, cuando
sabía de problemas personales de algún empleado se preocupaba por ellos y pedía
que si fuese preciso se le prestase la ayuda necesaria. En cierto modo
desarrollaba, a veces, comportamientos que podríamos calificar de paternalistas.

También, le gustaba
compartir los éxitos de la institución con los empleados.

·        Otro aspecto de liderazgo de Emilio Botín
era su gran foco organizativo. Se
preocupaba por conocer todos los aspectos de la organización y su impacto en el
servicio al cliente. No era raro verle visitar oficinas, preocuparse por las
quejas de los clientes y por los niveles de calidad de servicio. Implicándose,
en muchos casos, en profundidad en la solución de las incidencias.

(Articulo publicado en el dossier sobre Emilio Botin de Capital Humano en Octubre de 2014: 
Antonio Peñalver

1 comentario en “Emilio Botín, el mejor ejemplo de un Líder Transformador.”

  1. En primer lugar, conviene matizar brevemente las características que definen al líder transformador.

    En la actualidad, se habla de líder transformador para aportar un rasgo diferenciador que vaya más allá de lo meramente posicional o relacional. El líder transformador surge de la necesidad actual de las organizaciones a que les ayuden a salvar escenarios turbulentos y ocupen posiciones de liderazgo en un mercado competitivo.

    Jim Collins establece cinco niveles de liderago eficaz:
    – NIVEL 1: Individuo de gran capacidad
    – NIVEL 2: Miembro que contribuye al equipo
    – NIVEL 3: Gerente competente
    – NIVEL 4: Líder eficiente
    – NIVEL 5: Ejecutivo de nivel 5

    Son los niveles 4 y 5 los que aportan las claves para entender el nivel de rol directivo denominado líder transformador. En dicho nivel, los líderes son pioneros del cambio, están dispuestos a asumir riesgos, innovar e implantar nuevos enfoques para conquistar al mercado, y en definitiva, transformando a la organización como a las personas y equipos. El foco se encuentra en manos en cantidad y calidad, corazón para involucrar positivamente y cabeza para identificar ideas, crear escenarios de diferenciación y desarrollarlos con éxito. Tal y como nos cuenta el Profesor Antonio Peñalver, Emilio Botín promovió el lanzamiento de productos innovadores, fusiones o expansiones por distintos continentes.

    Fue un hombre que revolucionó positivamente la banca española. Consiguió posicionar a la organización en primer lugar del ranking europeo y entre los diez bancos más grandes del mundo gracias a sus iniciativas.

    En mi opinión, es un empresario de referencia tanto a nivel nacional como internacional y un ejemplo a seguir. Ya que por lo que sabemos de él, hacía participes a sus colaboradores de las tareas, afrontaba retos competitivos, sabía controlar sus emociones ante los clientes, se preocupaba por sus empleados y se implicaba notablemente.

    Alba Esteban Díaz, alumna de Liderazgo y Management en la UAH.

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