¿Podemos adaptarnos socialmente mejor a nuestro entorno profesional?

Tenemos una forma de ser
y estar que nos hace dialogar con nuestro entorno personal y profesional de una 
manera concreta.

Después de comprobarse la
relevancia de la Inteligencia Emocional, -cuyo primer exponente lo tenemos en
los trabajos de Daniel Goleman-, surge la Inteligencia Social qué,-basada en
los últimos descubrimientos en biología y ciencias del cerebro-, revela que
estamos “programados para conectar” con los demás y que nuestras relaciones
tienen un impacto muy profundo en nuestras vidas.

El trato diario con
nuestros jefes, colegas o colaboradores, -al igual que con nuestra famiia o amigos-, conforma nuestro cerebro y afecta a
todas las células de nuestro cuerpo hasta el nivel de los genes.

La realidad es que es estamos
diseñados para ser sociables
y que participamos constantemente en un “ballet
neuronal” que nos conecta, de cerebro a cerebro, con quienes nos rodean.

Las relaciones
interpersonales poseen un impacto biológico de largo alcance
porque afectan a
las hormonas que regulan tanto nuestro corazón como nuestro sistema
inmunológico, de modo que las buenas relaciones actúan como vitaminas, y las
malas, como venenos
.

Muchas personas sufren en relación con su entorno profesional porque no se acaban de identificarse con el mismo. No
acaban de aceptar los valores y rasgos de actuación de la organización y algunos de sus miebros: a pesar, incluso, de que compartan la visión final de la misma. Su
forma de pensar y sus sentimientos hacen que se sientan diferentes, -incluso
que sufran-, y no sepan interactuar adecuadamente con la misma. Ello, finalmente,
puede provocar un “quiebre emocional” que genere la salida de este circulo

El mismo Goleman, en su
estudio “Inteligencia Social”, publicado en 2006, nos explica como las personas
tenemos una predisposición natural para la empatía, la cooperación, el altruismo

Lo único que necesitamos es desarrollar la inteligencia social.

En el marco de estos
estudios, se puede concluir que se pueden modificar 
satisfactoriamente  los comportamientos en
relación con nuestro entorno social y profesional
, -aun teniendo una base genética-,
para poder adaptarnos al mismo.

El esfuerzo por modificar los comportamientos
sociales, -tras una toma de consciencia y un acto de voluntad-, acaban dando
resultados. Y este esfuerzo “comportamental”, nos permitirá llegar a ser
personas diferentes en la línea de nuestros anhelos. Es posible que el cambio
no sea completo, pero puede ser relevante.

¡Es una buena noticia!. Si
bien es cierto que no tenemos porque aceptar todos los “inputs” de nuestro
entorno profesional, si nos interesa, podemos adaptarnos socialmente mejor a nuestro entorno profesional.

Para ello, -es decir, para
adaptarnos a un entorno profesional que nos afecta íntimamente pero del que
queremos participar-, hemos de trabajar nuestra racionalidad y actitudes sociales, de
forma introspectiva, del siguiente modo:

·        
He de preguntarme
las razones por las que quiero participar del entorno profesional en el que me
encuentro
inmerso: ¿me ofrece seguridad?, ¿me ofrece desarrollo?, ¿me aporta autonomía?,
¿vivo mejor que antes?, ¿comparto sus objetivos?…

·        
Si las razones
para apostar por mi entorno profesional me convencen
, he de analizar que me hace
sentirme mal en este entorno profesional, preguntándome: ¿comparto los valores
de la organización?, ¿me siento valorado?, ¿cuáles son las razones porque
algunas relaciones profesionales que mantengo me afectan?…

·        
Una vez
identificadas esas barreras que me hacen sentir mal en mi entorno profesional, he de
preguntarme como puedo adaptarme y contribuir positivamente a mi entorno socio-profesional: ¿son objetivas estas barreras?, ¿son realmente insalvables esta
barreras?, ¿cómo puedo salvarlas?, ¿qué actitudes he de asumir para salvarlas?,
¿qué comportamientos he de desarrollar para salvarlas satisfactoriamente?, ¿cómo he
dialogar mejor con mis colegas, jefes o colaboradores? …   

Saber adaptarse socialmente
a un entorno profesional que nos merece la pena es un acto de inteligencia y
supervivencia. Y si es necesario, hemos de buscar la ayuda de un coach o mentor;
ya que no podemos ser «veletas» de nuestros sentimientos, sin antes no haber
confirmado que podemos adaptarnos a un entorno que, en el fondo, nos satisface.

Antonio Peñalver 

2 comentarios en “¿Podemos adaptarnos socialmente mejor a nuestro entorno profesional?”

  1. Analizas la psicología humana de un modo muy simplista. La visión de Goleman está muy bien, aunque su libro realmente bueno, es "el punto ciego", y no el de inteligencia emocional. Me parece perverso, utilizar los libros de eminentes intelectuales al servicio de la dominación de unos seres humanos privilegiados sobre otros. Ya que mencionas lo del COACH, me pregunto, ¿Por qué un COACH y no un psicoanalista que siga las teorías de la escuela de franckfurt o porque no un psicólogo marxista, o un escéptico, o un terapeuta familiar.?. Porque el COACH, sirve al monstruo que le da de comer, cosa que no hace el psiconalista, terapeuta familiar etc etc. Porque son competencia para el COACH. Dado que un COACH no requiere más formación que la de unos empresarios que se inventaron el título para servir a sus intereses, pues nada, vaya usted al COACH que le oriente por los senderos de este maravilloso sistema neoliberal en el que vivimos. Por cierto, ya que hablamos de empatía, en el sistema en el que vivimos, la mayoría de los directivos y coachings de este país, puntuarían alto en narcisismo, (un trastorno de personalidad basado en la explotación de los demás para su propio interés), sin embargo, el DSM5, quiere eliminarlo de la lista de trastornos de personalidad para inventarse otros como "trastorno de posible desarrollo de la esquizofrenia". Acojonante!!.

  2. Me parece un tema muy interesante el comentado en este artículo acerca de la inteligencia social, concretamente sobre la adaptación del personal al entorno profesional.
    El personal necesita trabajar su racionalidad y actitudes sociales a través de una serie de preguntas que se tienen que hacer. Este trabajo hará que esten socialmente mejor preparados y sepan actuar frente a cambios organizacionales. No obstante, creo que también las empresas tienen que fomentar la adaptación de sus trabajadores y ayudarles a ello. Así, la compañía tiene que inducir una constante filosofía positiva, comunicanco los avances y motivando a través de incentivos. La clave es enriquecer el entorno profesional con funciones gratificantes para los trabajadores. Mayor comodidad y flexivilidad a los trabajadores, mayor adaptación de los mismos.

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