El Líder Influyente

Por
fin, tenemos asumido que el liderazgo es una práctica necesaria, relevante y que
va más allá del management. Por ejemplo, si nos introducimos en la web de La
Casa del Libro, podemos encontrar mas de cuatrocientas referencias sobre
liderazgo.

El
management es la actividad de organización y coordinación de las actividades de
una empresa para lograr sus objetivos definidos; suponiendo, para muchos, un
factor de la empresa al mismo nivel como la tecnología o el capital, por
ejemplo. Michael Porter, Tom Peters, Peter F. Drucker o Peter M. Senge son un
gran elenco de profesionales y teóricos que nos han introducido en las
características y la relevancia del management.

El liderazgo,
sin embargo, es un proceso de influencia social del manager que motiva,
compromete y maximiza los esfuerzos de otros, -en especial los colaboradores-,
hacia el logro de los objetivos de las organizaciones. Sin duda, el liderazgo
es fundamental para conseguir con éxito el logro de los objetivos de la
organización. Un lider es, -como ya he definido en bastantes ocasiones-, aquel manager
que consigue resultados excelentes, con unos procesos eficaces y promoviendo el
compromiso positivo de los colaboradores. En este caso, la gestion y la
motivación de los colaboradores es la clave diferencial y superior de la
eficacia de las organizaciones.

Como
sabemos son muchos los rasgos que un mando o directivo tiene que tener para ser
un buen lider. El lider ha de destacar por sus competencias, en, al menos, tres
áreas:  competencias operativas (como,
por ejemplo, la visión estratégica, la planificación y organización, la gestion
del cambio o la innovación y la creatividad); competencias intrapersonales
(como, por ejemplo, el autoconocimiento, la automotivación o la autogestión); y
competencias interpersonales (como, por ejemplo, la comunicación, la empatía, las
habilidades de equipo, el desarrollo personas, la negociacion o la gestion de
conflictos).

Dentro del
marco de las competencias interpersonales, – en donde la inteligencia emocional
es clave-, Daniel Goleman identificaba, también, la “influencia”: entendida como
la habilidad para inducir a otros dar respuestas deseables. En realidad, por
influencia entendemos la capacidad para producir un efecto determinado en los
demás de forma que consigamos que estos asuman unas ideas u opiniones… y obren,
por su propia voluntad y altamente motivados, en la dirección sugerida.

Recientemente
George Kohlrieser, Profesor de IMD, nos manifiesta que la base del liderazgo es
saber generar confianza en los colaboradores, convirtiéndose en una “base
segura” para ellos. En definitiva, el lider ha de saber inspirar, motivar y comprometer
a sus colaboradores para desplegar su máximo potencial y obtener altos niveles
de rendimientos. Por lo tanto, saber influir es un factor clave de los líderes.

Esta es la
razón por la que la figura del lider, -que, por cierto, no es nada fácil de
conseguir como ya hemos visto-, se le apellide de influyente. Cuando antaño
hablábamos de lider carismático, en parte, ahora, nos referimos al líder
influyente. Lider carismático es un término manido y ahora, hablar de lider
influyente resulta más amplio y preciso; si bien, podríamos añadir otros
calificativos, como, por ejemplo, el de lider transformador.

En definitiva, qué entendemos por lider
influyente?

Ya hemos
comentado que lider es aquel que obtiene resultados excelentes, con unos
procesos eficientes y con la implicación positiva de los colaboradores. Por
lider influyente, hemos de entender a aquel manager eficaz, desde el punto de
vista organizativo, que consigue el mayor poder de desarrollo y transformación
positiva de sus colaboradores.

El lider
influyente, facilita la transformación y consecución de resultados excelentes
de la organización, a traves de su influencia positiva en sus colaboradores. Se
convierte en una base segura para su equipo.
El
lider influyente domina una serie de competencias especiales o
meta-competencias, como son la autoconciencia emocional y la conciencia social
que, a su vez, incluyen competencias básicas como la empatía o la adaptabilidad,
que permiten llegar a incrementar su capacidad de influencia natural en sus
colaboradores, colegas y resto de stakeholders para que desplieguen su máximo
potencial y consiguen, con creces, los resultados esperados.
El
lider influyente, en primer lugar, se sabe autogestionar emocional, pero,
también y casi al mismo tiempo, sabe reconocer y gestionar emocionalmente a los
demás. Todo ello, con el fin de conseguir de forma eficiente los objetivos
marcados.

Características
del lider influyente

Liderazgo supone saber gestionar e
influir positivamente a otras personas para que desplieguen su máximo potencial
y obtengan altos niveles de rendimiento. Cuando una organización falla es que
sus directivos no han sabido gestionar el cambio; y si no se ha sabido gestionar
el cambio es que, en un aspecto importante, no se ha sabido gestionar, alinear
y comprometer a las personas de la organización.

En parte, la clave de la adaptación
con éxito de las organizaciones amenazas y retos, reside en la capacidad que
tienen los managers para implicar a sus colaboradores con los retos del cambio,
promoviendo que desarrollen su máximo potencial y obtengan altos niveles de
rendimiento.

Para ser un lider influyente, destaco
las siguientes características que ha de tener un manager:

·      
Paciencia
Ser
paciente significa mostrar autocontrol; es decir, ser consistente y predecible
en el estado de ánimo y las acciones, controlando los impulsos. Las emociones
se transmiten y los colaboradores valoran a los mandos autocontrolados
emocionalmente. Se necesita un líder con un nivel excepcional de paciencia para
gestionar eficazmente a las personas. 
El manager
paciente y autocontrolado se convierte en un líder que otros buscarán seguir.
Sin embargo, es una competencia de liderazgo difícil de desarrollar ya que
afecta a los rasgos de personalidad del manager; aunque, la buena noticia, es
que a partir de la autoconciencia es desarrollable.
·      
Amabilidad

Como managers, preguntémonos: ¿he estado demostrando bondad hacia
aquellos que trabajan conmigo?, ¿me he comunicado con las personas que coordino
de manera amable?, ¿escucho mi tono últimamente y podría haber usado un tono
diferente? y ¿trato a mis colaboradores con respeto?

La habilidad del liderazgo, también, depende de la habilidad del
directivo en saber tratar a sus colaboradores, siendo: por un lado, conscientes
de cuándo y cómo hablar, así como de cuándo calla; y, por otro lado, conscientes
del valor diferencial de la persona.

La amabilidad y, por ende, el respeto, además de una competencia,
es una virtud. El manager que sabe respetar y ser amable con sus colaboradores,
tiene muchas oportunidades para ser un lider influyente.

·      
Humildad
Sobre la
necesidad de que el manager sea humilde para ser un gran lider ya he hablado en
varias ocasiones. Hablamos de un rasgo de carácter necesario para ser un buen
líder. La humildad es lo contrario del orgullo y la arrogancia (que hacen
referencia a las personas asentadas en el “yo”). La realidad es que el orgullo
y la arrogancia apuntan a sentimientos más profundos de inseguridad dentro de
un manager. A veces, las necesidades humanas de querer sobresalir se pueden
traducir en un falso sentido de orgullo y arrogancia.
Jim
Collins, dice que «el ingrediente mágico” de los grandes ejecutivos “no
está en su competencia o genialidad, sino que en su humildad y buena voluntad”.
La humildad es un valor (o virtud) que el propio Collins considera escaso en
los ejecutivos y que consiste en aceptarse con las habilidades y defectos de
los que disponemos. 
Ser
humilde es lo contrario de ser soberbio. La soberbia significa olvidarse de las
imperfecciones, sentirse autosuficiente y perder la capacidad de crítica. Por
ello, la soberbia es el principio del declive de una persona y de una
organización.
De un buen
líder se espera, por tanto, que no sea pretencioso, interesado o egoísta. Los
directivos que pretenden ser líderes siempre serán más comprensivos, más
indulgentes y más pacientes, estando dispuestos a rodearse de los mejores y aprender
de los demás, independientemente de tu título o posición.
·      
Desinterés
Un
manager egoísta solo se acerca a los colaboradores cuando quiere algo de ellos.
El auténtico lider no usa solo a los colaboradores cuando le interesa. Los
proyectos de equipo es interés de todos; no solo del responsable. La
comunicación transparente, la solicitud de ideas o el apoyo constante han de
ser rasgos del manager que quiere influir positivamente.
El
directivo que quiera ser un buen lider influyente debe asegurase de desarrollar
sus características de relación con los colaboradores sin ego para quienes
lideras. La regla de siembra y cosecharas es un hecho. Si, como manager o
directivo, no mostramos respeto a los demás, -en especial a los colaboradores-,
no obtendremos buenos comportamientos de los mismos. Siempre cosecharás lo que
has sembrado. 
·      
Perdón
A
menudo, la capacidad del manager para avanzar como lider se ve frenada por la
falta de perdón. Perdonar es un beneficio para ti y no para la otra persona.
Cuando el manager abriga sentimientos de resentimiento y de falta de perdón,
lentamente se debilita como un cáncer oculto. De hecho, podemos, literalmente,
desarrollar problemas de salud como resultado del estrés de la falta de perdón
que tenemos dentro. 
El
perdón es una ley universal que el manager no puede ignorar. El manager ha de
ser consciente que, -al igual que él mismo, los miembros de su familia o sus
amigos-, sus colaboradores no son personas perfectas. Las personas y nosotros
mismos cometen errores, lo que nos permite ejercer la capacidad de perdonar. A
veces nos podemos enojar y dejar que nuestras emociones nos dominen, pero un
manager ha de saber perdonar y, a su vez, pedir perdón si quiere ser un buen
lider influyente.
·      
Honestidad
Uno de los
principales rasgos de los managers que buscan ser buenos lideres es la
honestidad. Algunos casos prácticos de relevancia de las escuelas de negocio
nos muestran como las organizaciones sucumben cuando sus principales ejecutivos
no comparten la visión, la dirección o sus conocimientos hacia sus
colaboradores y el resto de la organización. Esto mantiene a los empleados en
la oscuridad y, lo que es más importante, les da una sensación de desconfianza en
sus líderes. 
Por encima
de todo, los empleados quieren que se les diga la verdad. Otra palabra para la
honestidad es integridad. Este rasgo falta en muchos directivos. Los
colaboradores quieren ver coherencia de sus mandos. Ser honesto es algo que
debe saber desarrollar un directivo para ser un lider. La prueba definitiva de
tu honestidad es lo que haces cuando nadie está mirando. La deshonestidad
comienza en nuestra vida personal y no es un problema de liderazgo, sino un
problema de carácter. El directivo, si quiere ser un buen lider y, especial,
influyente, ha de elegir siempre la integridad y honestidad.
·      
Comprometido
El
liderazgo no solo requiere carácter, sino que, también, requiere compromiso. El
directivo debe estar comprometido con su papel de líder: con su responsabilidad
hacia la organización, los resultados y hacia su equipo de colaboradores. 
Que un
directivo este comprometido con el proyecto no significa que tenga que ser adicto
al trabajo y exija ese tipo de comportamientos a sus colaboradores. Para un
lider, compromiso significa llevar adelante el proyecto con visión y cumpliendo
los plazos, si desear brillar y sobresalir por encima de los que le siguen. Los
colaboradores querrán seguir al directivo como lider y lo respetarán, cuando
este, entre otras cosas, demuestre compromiso con el proyecto y con las
personas implicadas. Un compromiso fuerte genera resultados sólidos, pero un
compromiso débil genera resultados débiles.
·      
Empatía
Probablemente
muchos de los lectores de este artículo ya se preguntarían en qué medida tiene
que ser un directivo empático para ser un lider influyente. Sin duda, en mucho.
El
directivo para poder influir positivamente en los demás, -en especial sus
colaboradores-, tiene que saber ponerse en lugar de ellos y saber lo que
piensan y lo que sientes. Esta es la única manera para poder interactuar
eficazmente con ellos. Muchos de los rasgos que hemos comentado, requieren que
el directivo sepa ser empático.
La empatía,
de la cual también nos habla en profundidad Daniel Goleman, va mucho más allá
de las palabras y supone descifrar todo ese lenguaje (verbal y, sobre todo, no
verbal) del otro, ponernos en el lugar del otro, para identificar lo que piensa
y siente.
La empatía
es una habilidad de la que se sirve el lider para, en base a esa información
que obtiene de los colaboradores (por, ejemplo), establecer vínculos más
fuertes, lazos sociales y afectivos más profundos.  
·      
Comunicación
eficaz
Para saber
ser un buen lider eficaz, también, hay que saber comunicar con los
colaboradores. En especial, el manager que desea ser un buen lider ha de
manejar con habilidad los principales elementos de la comunicación
interpersonal; como, por ejemplo, la escucha activa, hacer preguntas poderosas,
saber dar feedback y transmitir con eficacia (de forma verbal y para verbal).
Algunos
piensan que influir es lo mismo que persuadir y, reconozcámoslo, en muchos casos
persuadir tiene connotaciones negativas: parece que el directivo ha de ser un “trilero”
de la palabra para obtener el sí de los colaboradores.
En primer
lugar, persuadir es la parte de la comunicación orientada a conseguir los
objetivos de esa comunicación; y, si hace con respeto, con transparencia y sin
maldad, no tiene porque ser negativo.  Por
ejemplo, es licito pedir o negociar si se da en un entorno de transparencia y
beneficio.
Sin
embargo, influir va más allá de persuadir. Influir tiene que ver con la
satisfacción que produce en otro relacionarse contigo, adoptando tus ideas,
visión, etc. Y, en este caso, la comunicación es una palanca necesaria. Por
ello, los lideres influyentes saben comunicar.
En parte, podemos decir que la
verdadera esencia del liderazgo es desarrollar la capacidad de guiar a otros con
su permiso, accediendo voluntariamente. Es lógico, por tanto, que el liderazgo
se base en la influencia. Un directivo no puede ser lider sino sabe influir
positivamente en los otros. Pero saber influir, al ir mas allá de las palabras,
exige al directivo trabajar las habilidades, rasgos personales, valores y
actitudes comentadas. 
Hay una buena noticia: un manager o un
directivo puede llegar a ser un lider influyente, pero si no dispone de
determinadas competencias, esto podrá requerir de mucho tiempo, voluntad y
práctica.

Antonio
Peñalver
Socio
director de People First Consulting


Publicado
en:

Capital
Humano, Nº 340, Sección Tribunas, Marzo 2019, Editorial Wolters Kluwer España

4 comentarios en “El Líder Influyente”

  1. En mi opinión el papel del líder es fundamental en una compañía. Pero no de un líder cualquiera, ya que como bien dice el artículo el líder tiene que saber influir positivamente en sus colaboradores, ya que solo de esta forma se podrán conseguir los resultados y objetivos establecidos.

  2. El liderazgo es necesario y más en una empresa, pero no se debe distinguir el liderazgo con el management, pues el liderazgo va más allá de la acción de dirigir, intenta influenciar y maximizar los esfuerzos de los colaboradores, por ello el liderazgo es esencial para conseguir con éxito el objetivo de la organización.
    En mi opinión una de las características más importantes que debe tener un líder de las que se han nombrado en el artículo es la humildad, no hay que ser arrogante y creerse el centro del universo porque eso nos llevará en muchas ocasiones a menospreciar a los demás y a no saber reconocer los errores que cometemos y, por supuesto, también hay que ser honesto con nosotros mismos y con los colaboradores, ya que a la gran mayoría de nosotros nos gusta que nos digan la verdad.

  3. Tras leer las características de como debe ser el líder influyente, estoy completamente de acuerdo, también añadir que esas características son las que deben intentar llevar todos los que se hacen llamar líder, ya que en la actualidad sabemos distinguir entre jefe y este. En referencia al comienzo del artículo en el que se redacta el concepto de management , que es el papel que conocemos como el directivo de la empresa, quiero destacar que sus funciones se basan en como llevar a cabo la organización de la misma. Estos directivos se centran en el bienestar de la empresa, en los objetivos buscados y en los beneficios que puedan darse, sin tener en cuenta el papel tan importante que es el trabajador, que ayuda a que todas las funciones redactadas anteriormente se cumplan. Con esto quiero decir que el papel del management y el del líder es desigual, ya que una buena organización depende del bienestar de sus empleados, de la motivación que estos pueden llegar a tener , de que se sientan imprescindibles en la empresa, de que sientan que pueden tener poder sobre esta…En mi opinión se puede llegar al bienestar completo siguiendo las pautas de este artículo. Ser empático, humilde, comprometido, no es un símbolo de bajo poder, si no todo lo contrario, obviamente el alto cargo debe tener un papel respetable, directo y responsable, pero si consigue saber liderar influyentemente a su personal conseguirá la mejor organización.
    Andrea Ignacio Sánchez. ADE.

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