La corta vida de los conocimientos sobre liderazgo (en las organizaciones)

Las organizaciones actuales, -quienes han organizado sus prácticas
de formación de sus actuales y futuros directivos a través de sus departamentos
de formación, centros de excelencia o universidades corporativas-,

se
encuentran ante la realidad de la corta vida de este tipo de conocimientos.

Es cierto, que hay algunas competencias básicas directivas a
desarrollar; Pero son muchos y cambiantes los conocimientos del negocio a
transferir, así como las actitudes, valores y habilidades a desarrollar.  
El cambio constante
de las organizaciones para ser competitivas en el mercado, ha hecho que los conocimientos
que deben adquirir y las habilidades que deben desarrollar los directivos tengan
una corta duración de aplicabilidad.
Por ello, para asegurar el adecuado
desempeño de las responsabilidades cambiantes y la consecución de resultados, es
fundamental que los directivos de las organizaciones sean conscientes de la
corta vida que tienen los conocimientos y lo importante de que estén permanente
actualizados.
Hemos de pensar que los programas de formación de directivos
tienen una fecha de caducidad.
La gestión del conocimiento y el desarrollo de habilidades requieren
que el directivo este permanente actualizado; es más, que se anticipe a la
curva de aprendizaje.
Las organizaciones ya no pueden confiar de forma exclusiva en
las escuelas de negocio para  potenciar
el desempeño en el puesto de trabajo de sus directivos. Las organizaciones están
descubriendo que ahora depende de ellos, -en alianza, en cada momento, con los
especialistas adecuados-, entrenar y desarrollar a propios líderes.
Los  términos
universidad corporativa o centro de formación pueden ser engañosos. En la
enseñanza de hoy en día, muchas universidades corporativas no tienen localización
física. Su ubicación es virtual y comprenden mejor el esfuerzo y diferentes prácticas
que hay que desarrollar para transmitir los conocimientos y desarrollar las
competencias necesarias con éxito, anticipándose a las futuras necesidades que
requerirá la gestión del negocio.
Los programas de
liderazgo de éxito no son un accidente y no ocurren por casualidad. Son el
resultado de una intensa innovación y una adecuada planificación en relación con la cultura y necesidades de negocio de cada organización.
Con el fin de superar
el entrenamiento tradicional del directivo y considerar una amplia gama de
opciones de aprendizaje,
podemos preguntarnos lo siguientes:
·        
¿Cómo podemos entrenar a los directivos más a
menudo?
·        
¿Cómo puedo adaptar el entrenamiento de mis
directivos a sus necesidades individuales reales de formación y desarrollo?
·        
¿Estoy ofreciendo a mis directivos acceso a la gran
cantidad de recursos formativos disponibles interna y externamente a mi
organización?
·        
¿Cuáles son los métodos de entrenamiento más eficientes
en función de los conocimientos a transmitir y las habilidades a desarrollar?
·        
¿Ofrezco de forma remota y/o practica el acceso de
mis directivos a expertos en conocimientos clave?
·        
¿Qué métodos alternativos eficientes de formación
y desarrollo tengo?
·        
Etc.
He aquí algunas ideas
que pueden ayudar a fortalecer el vínculo entre la adquisición de conocimientos
y el desarrollo de habilidades de los directivos y el éxito de su organización
,
creando de esta práctica una ventaja competitiva:
·        
Busca vías para proveer a tus directivos de recursos tecnológicos que les permita
acceder al conocimiento en todo momento;
·        
Desarrolla estrategias de gestión del conocimiento en tu organización;
·        
Ayuda a tu directivo a ser un “coach” y no un “jefe”. Desarrolla en él
las habilidades y  comportamientos que le
permitan el desarrollo personal y profesional (tanto para él, como para sus
colaboradores);
·        
Trata que tus directivos se sientan parte de un gran proyecto y no de una parcela
de actuación. Han de tener una visión amplia del negocio.

·        
Conecta el aprendizaje y desarrollo de tus
directivos con medidas clave de
rendimiento
. La potenciación y desarrollo del directivo debe tener como
contrapartida unos resultados observables.  
Antonio Peñalver