Muchas veces me he sentido “preocupado”… y me he sentido
mal.
mal.
Y es que preocuparse significa sentir con insistencia inquietud
o temor por algo que puede ser peligroso o negativo, Por ejemplo, «me preocupa la evolución de este proyecto» o «me preocupa la reacción de mi colaborador ante este problema».
o temor por algo que puede ser peligroso o negativo, Por ejemplo, «me preocupa la evolución de este proyecto» o «me preocupa la reacción de mi colaborador ante este problema».
Para una persona y para un
ejecutivo, la expresión “me preocupa” significa justamente ocuparse con
insistencia de algo antes de que suceda.
Ello produce estados emocionales de desasosiego o temor que, muchas veces, nos
hace cometer errores.
ejecutivo, la expresión “me preocupa” significa justamente ocuparse con
insistencia de algo antes de que suceda.
Ello produce estados emocionales de desasosiego o temor que, muchas veces, nos
hace cometer errores.
Pero, ¿tiene sentido angustiarse
por lo que todavía no ha ocurrido?.
por lo que todavía no ha ocurrido?.
En los ejecutivos que “se
preocupan” subyace un hábito mental para hacer su entorno más predecible. Si
no se agobian, si no piensan en las múltiples posibilidades que pueden
acontecer, -especialmente las más negativas-, no sienten que dominan la
situación.
preocupan” subyace un hábito mental para hacer su entorno más predecible. Si
no se agobian, si no piensan en las múltiples posibilidades que pueden
acontecer, -especialmente las más negativas-, no sienten que dominan la
situación.
Y es que la preocupación produce
una ilusión de control. A menudo se considera que esa estrategia permite estar
más preparado para cualquier contrariedad o revés del destino.
una ilusión de control. A menudo se considera que esa estrategia permite estar
más preparado para cualquier contrariedad o revés del destino.
Sin embargo, la realidad suele
ser bien distinta: preocuparse por anticipado no sólo no mejora la capacidad
para afrontar las dificultades, sino que genera estrés; con sus deleznables repercusiones
físicas, mentales y emocionales.
ser bien distinta: preocuparse por anticipado no sólo no mejora la capacidad
para afrontar las dificultades, sino que genera estrés; con sus deleznables repercusiones
físicas, mentales y emocionales.
Sin
embargo, si despejásemos el prefijo “pre” de “preocuparse”, prescindiríamos de la “anterioridad” y nos permitiría emprender la acción de “ocuparse”. Lo que significa: vivir, trabajar, dedicarse… controlar.
embargo, si despejásemos el prefijo “pre” de “preocuparse”, prescindiríamos de la “anterioridad” y nos permitiría emprender la acción de “ocuparse”. Lo que significa: vivir, trabajar, dedicarse… controlar.
Con esta nueva mirada, lo que le
estamos pidiendo al profesional es que cambie de actitud. Y que pase de agobiarse
sin certeza a tomar el control de la situación.
estamos pidiendo al profesional es que cambie de actitud. Y que pase de agobiarse
sin certeza a tomar el control de la situación.
Lo que solicitamos al ejecutivo es que adopte la actitud
de “ocuparse”: es decir, que se dedique positivamente sobre los hechos. Ello,
conlleva una connotación positiva.
de “ocuparse”: es decir, que se dedique positivamente sobre los hechos. Ello,
conlleva una connotación positiva.
Tomar las riendas e intentar cosas, empieza a generar un
lenguaje diferente que, sin lugar a dudas, ayuda a transformar, poco a poco, las
situaciones a priori impredecibles.
lenguaje diferente que, sin lugar a dudas, ayuda a transformar, poco a poco, las
situaciones a priori impredecibles.
Y es que ocuparse supone una actitud positiva que permite adueñarse de las situaciones y conducirlas hacia donde queremos.
Antonio Peñalver