Nepotismo profesional en la Selección

Algunos de los comportamientos relevantes de los anti-lideres
se relacionan con la vieja practica del Nepotismo; Es decir,
la
preferencia de los altos ejecutivos –públicos y privados- por dar empleo a
familiares o amigos, sin importar el mérito para ocupar el puesto de trabajo.
Lo que realmente les importa en este proceso de selección y contratación es la
lealtad y vinculación personal.

Conozco en la actualidad a directivos
de grandes instituciones financieras que han contratado directamente -o han
utilizado sus influencias para ello- a personas que les han permitido congraciarse,
por ejemplo, con sus vecinos, con amigos de la infancia, con sus queridas, con
hermanos de sus cuñados, con las mujeres de los padrinos de sus hijos, etc. sin
que exista una justificación objetiva. Igualmente, conozco instituciones públicas
en donde, saltándose el criterio legal de la objetividad, acaban contratándose
a los miembros del Partido, a las novias de los hermanos de los acólitos, a los
familiares, etc.

Tal vez, esta práctica todavía
sea entendible en las empresas pequeñas, donde los vínculos familiares, vecinales
y de amistad son importantes. Además, nadie puede pedirles explicación.


Pero en las empresas
cotizadas y las administraciones públicas esta práctica es deleznable. Y más en
época de crisis, donde el trabajo escasea. Ahora mismo, hay gente muy buena que
por no tener “enchufe” no encuentra trabajo.

En los procesos de búsqueda de
empleo se ha demostrado que la agenda de contactos es relevante, por no decir,
en algunos casos, definitiva. No importa que hablemos de empresas cotizadas,
administraciones públicas o sindicatos. La filiación política o la amistad son fundamentales
para garantizar un empleo.


La verdad es que me muerdo
la lengua para no personalizar.

Es obvio que las organizaciones
necesitan cubrir sus vacantes de forma objetiva para asegurar la calidad de sus
profesionales; Pero, también, es obvio que en muchas organizaciones sus directivos
se aprovechan de su estatus para incorporar a sus familiares, compañeros de
partido o amigos… eso sí, vistiéndolo de proceso selectivo objetivo.



Es posible que esta práctica sea difícil de erradicar en España y otros países iberoamericanos por cultura. Además, este vinculada con algunos aspectos negativos de la condición humana. 
Pero, a pesar de esta
evidencia, creo que es nuestra obligación como ciudadanos e inversores velar
por la objetividad de las contrataciones en las organizaciones en las que participamos.
Es una garantía para que se consigan los resultados esperados
.

Antonio Peñalver