Humildad directiva. Rasgo del Líder del siglo XXI.

Jim Collins
en su profundo estudio de mas de cinco años del liderazgo de las empresas que
crecen de buenas a mejor, publicado bajo el título de “Good to Great”,
identificaba el nivel superior de Liderazgo, -denominado “Líder de Nivel 5”- y
mostraba como, dentro del cual, la humildad es uno de sus rasgos mas relevantes,
junto con firme voluntad (tenacidad) profesional.

En concreto,
Jim Collins nos demuestra que los mejores ejecutivos poseen esta combinación
paradójica de rasgos: humildad y tenacidad. Respecto del primer rasgo, Collins
no comenta como los mejores lideres muestran una gran dosis de modestia; huyendo
de la adulación pública y estando dispuestos a prender en todo momento de los
demás y del mercado.
La humildad
es una actitud. Es más, es una virtud. Y es contraria a la vanidad y la
soberbia. 
Gracias a la
humildad se puede apreciar la propia valía y a su vez, aprovechar las
oportunidades sobre que no estamos preparados. Por ello, la humildad propicia
la objetividad.

De ahí que la
humildad facilite y refuerce la función directiva. Ya que se trata de actuar
con sentido de la realidad y sabiendo aprovechar las enseñanzas positivas de
los demás (incluidos los competidores).

San Agustín,
no recordaba la virtud de saber buscar lo que no se puede alcanzar
Basándome,-
solo en parte en un interesante artículo de Xavier Marcet-, la humildad
directiva se manifiesta por el desarrollo de los siguientes comportamientos:
·        
Muestra
un respeto natural, nada impostado, para con todos (colegas, competidores e incluso
proveedores).
·        
Tiene
capacidad para de escucha empática. Es capaz de escuchar a los demás, sin
juzgar, dialogando consigo mismo. Además, es capaz de no hablar permanentemente
de uno mismo.
·        
Trata
de comunicar basándose en el ejemplo y no desde las palabras.
·        
Pone
barreras a la soberbia del conocimiento. Sabe que siempre se puede aprender
más.
·        
Acepta
su propio fracaso.
·        
Gestiona
su soberbia. Sabe que no es el mejor. Siempre hay personas que, de forma
latente o manifiesta, pueden aportar mas cosas constructivas.

·        
Combate
la arbitrariedad como estilo directivo. La objetividad es la clave de equidad y
la gestión de las personas
·        
No
abusa de la autoridad. Todos, incluidos los aprendices, pueden aportar cosas
relevantes.
Si tuviese que poner un
ejemplo actual, me viene a la cabeza el entrenador de la selección de futbol
española, Vicente Del Bosque. De Del Bosque destaco que, como persona humilde y
entre cosas, es: reflexivo, empático, desprende humanidad en su declaraciones, cree
que siempre se puede aprender del contrincante y siempre ve oportunidades de
mejora.
Antonio Peñalver